Amina Saïd. Túnez, 1953.
En la poética de Saïd el ritmo del paisaje fluye del exterior al interior alcanzando un terreno de intimidad del cuerpo y del espacio en donde lo espiritual y lo físico trazan los ritos de la vida. La fortuna y el desahucio del amor, el tránsito franco-tunesino en el que se forja una identidad desde dos frentes, la madurez y la mirada retrospectiva de su biografía son algunas de sus indagaciones. La escritura de Amina Saïd se extiende en el horizonte de la página con insistentes aliteraciones que construyen una musicalidad espiral, una envolvente de variaciones de signos que progresivamente excavan diversas capas de la escritura y la vida. Versos, pues, de hondura que se despliegan como la espuma del mar sobre la arena.
