Bernard Noël

Bernard NoëlSainte-Geneviève-sur-Argence, 1930 – Laon, 2021.

Bernard Noël (1930) sostuvo una de las voces de la poesía francesa contemporánea más destacadas y extensamente traducidas. El premio Guillaume-Apollinaire, el Grand Prix nacional de la poésie y el Prix internacional de poésie Gabriele d’Annuzio son sólo algunos de los reconocimientos a su escritura. Su obra ha comenzado a reunirse en los volúmenes Les Plumes d’Éros (2010), L’Outrage aux mots (2011) y La Place de l’autre (2013).

La escritura de Bernard Noël es la de las improntas del cuerpo en la palabra. El cuerpo, su memoria de sí mismo y del otro, donde el primero se encuentra y se extravía. En la escritura de Noël los sentidos del cuerpo no tienen su límite en la realidad, no acaban en el mundo sino que se extienden hacia el otro. El otro que percibe es también un sujeto que transforma el sentido y la consciencia del primer observador. La reflexión poética de la extensísima obra de Bernard Noël examina el cuerpo en su contacto con el mundo y con el otro. Y el cuerpo que se mira a sí mismo. La escritura de Bernard Noël no es lacónica sino expansiva, en ella las metáforas tejen espirales plásticas que indagan intermitente a través de la variación. El reconocimiento se produce en modificaciones del sentido que encadenan alteraciones del suceso y a la vez cifran una nítida coherencia discursiva.

En la poesía de Noël el verso dialoga con los límites de la página, con la prosa, con el ensayo; incluso en el terreno de la entrevista ese diálogo es capaz de adquirir un orden estético. Teórico del arte, de la imagen y de la poesía, Bernard Noël es además un pensador de los sistemas civilizatorios, del sujeto político, de las estructuras que organizan la existencia social y de los modelos de representación artística en perspectiva histórica. Photo de Steve SEILER 2008

A menudo su obra constituye un adentramiento en el fenómeno de la aparición; porque ha logrado inscribir el cuerpo en la reflexión, la poesía y el pensamiento de Noël son eminentemente humanos; ahí ocurre el milagro de la visiónde la emoción, del recuerdo y de la palabra.

Filming the French author Bernard Noël for a film project with Irene Lichtenstein. (1984)

[el sol se acuesta detrás]

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Alex Diaconu

 

 

2

 

 

 

el sol se acuesta detrás

de los dientes

el cuerpo es una palabra

que tocas tiene la forma

del amor

mi brazo de aire

atraviesa tus ojos tú

lo rellenas de presente

mira dices

mira

la niebla hermosa

la sombra

que se aleja de nosotros

la verdad es una imagen

blanca

todo el negro queda

en la apertura de tus bocas

(280)


Bernard Noël, de «Les formes d’elle» en Les Plumes d’Éros (2010).

Traducción de Víctor Bermúdez.

Original aquí.

[el tiempo nada sabe]

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Ashley Woodson Bailey

 

 

 

4

 

 

 

el tiempo nada sabe

de nosotros es solamente

ese agujero que pasa por

los ojos

una puerta para

salir hacia el inicio

del futuro

siempre

te espero detrás

de tu rostro

quién sabe

dónde se acaba el tú

está ese desgarro

y luego

el comienzo

ha comenzado ya

un pronombre sin fin

(282)


Bernard Noël, de «Les formes d’elle» en Les Plumes d’Éros (2010).

Traducción de Víctor Bermúdez.

Original aquí.

[tu palidez ganó las cosas]

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Ikegami Shuho

tu palidez ganó las cosas

y es un maquillaje de transparencia

donde el olvido flota

 

está la luz al fondo

difusa

como un secreto que se evapora

 

ya

vives al revés

y corro

hacia ti                        corro

entre el olvido y el porvenir

(44)


Bernard Noël, en «L’oiseau de craie» de Les Plumes d’Éros (2010).

Traducción de Víctor Bermúdez.

Original aquí.

[dijiste]

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Liz Davidson

 

 

 

 

dijiste

arroja tus paisajes

 

pero yo no era más que un árbol

en el umbral de tu invierno

 

dijiste

arroja mi piel blanca

 

y lo invisible

de pronto saltó a los ojos

 

 

las hojas mueren

recordarán los árboles

(50)


Bernard Noël, en «L’oiseau de craie» de Les Plumes d’Éros (2010).

Traducción de Víctor Bermúdez.

Original aquí.

[atamos nuestros gestos]

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Can Buyukberber

 

 

 

atamos nuestros gestos

la luna se hizo blanca

se ha roto algo en el sueño

 

la madera de medianoche no había sido habitada

había que regresar

 

éramos como piedras

que ocultaban en ellas

la fuente y el cielo

 

la voz sonaba

lejos

la mirada volvía al cuerpo

 

las hojas de otro tiempo

crujían a lo largo de los nervios

(49)


Bernard Noël, en «L’oiseau de craie» de Les Plumes d’Éros (2010).

Traducción de Víctor Bermúdez.

Original aquí.

El vía crucis del amor: estación 3

Paige Kwon
Estación 3
dos todavía y sin embargo nadie
el cara a cara reducido a lado a lado
el oro de las sombras permanece pálido
ellas se maquillan con el reflejo
cuando su cama es un puñado de tinieblas
¿es el cuerpo? ¿es el recuerdo?
hemos cavado tanto en la memoria común
todas las fosas se parecen
los que están allí ya no están allá
sólo un pensamiento que rema
el más allá es un párpado
a veces lo vemos guiñar sobre el vacío
el movimiento de la transformación
tritura desordenadamente lo alto y lo bajo



Extracto de «El vía crucis del amor», de Bernard Noël en  Les Yeux dans la couleur
Traducción de Víctor Bermúdez
Original aquí.

[Es el olvido lo que asegura la unidad]

 

Sruli Recht
Boca abierta: la garganta empuja el negro hacia la lengua, y la lengua le extrae el olvido.
La muerte viene en la espalda, pero ese en-allí comienza en todas partes bajo la piel, delante de mí. Soy ese que me oculta a mí mismo un inverso donde el olvido es una condición de vida.
Lo vivido es mi cultura natural. En ello solo nada se separa, y sobre todo no mi pasado de todos los pasados antes de mí. Es el olvido lo que asegura la unidad.
Esta unidad es obscura. Lo obscuro permite que coexistan los contrarios o bien que se disuelvan mutuamente. Lo obscuro es a la luz lo que el olvido es al recuerdo.

(42)
 
 
Bernard Noël, extracto de Le Livre de l’oubli (2012).
Traducción de Víctor Bermúdez.
Original aquí.

De dos en el calor

Pablo Picasso. L’étreinte
De dos en el calor
Eyes in the Heat
Cuadro de Jackson Pollock
Este deseo, y luego la privación, un dolor. Así, siempre, la distancia: allá es demasiado lejos; el lugar se aparta. No se llena. Tantas cosas, tanto afuera. Los brazos muy cortos. Podemos contar, inventario, clasificación; podemos descripción, topografía, eco. Podemos, silencio. Y ver.
Ver a través, entre, en el agujero. Ver el vacío que bordea todo y que es la vista. Que es de la vista a punto de olvidarse en nuestros ojos. Lo visible es mi vista. O lo inverso. Pero según un orden. ¿Y si rompiéramos? ¿Si ciñéramos, apretáramos, para que más del todo orificio, espacio, aire sino el remolino presente en la piel de nuestros ojos? Directamente. Sin distancia.
Y eso, este todo masivo sobrecogedor, lo desarmaremos, lo cortaremos, lo trituraremos: serán bloques de vista.
O bien, sacaremos los ojos de su cabeza para que el espacio de la vista se haga carne ligera, carne aérea. Y sobre el cordón extendido de los nervios amarremos todo lo que pende al borde del mundo. Como un cuadro interior…
O bien, ponemos sus ojos en frente de él, y vemos en ellos lo que, por ellos, era nuestro punto de vista. Y la cabeza de pronto se vacía, y he ahí una imagen.
¿Pero qué? ¿Qué es una imagen? Nada más que una rebanada de vista en el contenido tan tenso que ya no se mueve, que se mantiene inmediatamente en el presente. La pintura es el arte del corte y de la fijación.

Mira… Basta agitar los párpados para obtener bellas rebanadas regulares; único problema: ¿cómo conservarlas? Pero qué importa, siempre podemos hacerlas pensamientos.

Jackson Pollock. Eyes in the Heat

Evidentemente, todo lo ilusorio es mental; en cuanto a lo que no lo es, hay que diferenciar lo invisible, que está generalmente en lienzo o en madera, de lo aparente, que es la pintura (inútil detallar los elementos). Podemos vacilar sobre el estatuto de la firma.
Estos preliminares, claro está, son un retraso para evitar entrar enteramente en la vista. Pues una vez allí…

Una historia comienza en cada instante: obstruye la Historia, Dios, la autoridad… Prohíbe el presente perpetuo de una pintura. O más bien, deshace el sobrecogimiento, aunque él solo motive nuestra paralización, allí delante.


El instante es una idea fugitiva.
¡Mi reino por tus ojos!


Bernard Noël, extracto de «De deux dans la chaleur» en Les Yeux dans la couleur (2004)
Traducción de Víctor Bermúdez.
Original aquí.





[todo comienza en los ojos de los ojos]

Daniele De Batté

yopintoyo
cae tras sus ojos
en el verde azulado


de lo que no ha sido pensado
desgarros derramados
son líneas que buscan
y que buscando se hacen
dibujo
inútil preconcebir
algo que siempre llega
arroja sus sombras
el sentido viene más tarde
ejerce de belleza
para los que quieren ver
el mundo finito no es suficiente
el dibujo la pintura
no son respuestas directas
incitan la mirada
pero cualquiera mira
percibe en la obra su propio
contacto con ella
todo comienza entonces
no en el para qué eso
parece ser
ni en el qué quiere decir eso
todo comienza en los ojos de los ojos
la obra en tu cabeza
y tú delante


como si fueras visto
por tu pensamiento
el verdadero espejo no es
el que sólo refleja tu rostro
es la reflexión de tus ojos
el papel el dibujo el lienzo la pintura
son como el día y la noche
no van uno sin el otro
y no obstante ver uno
suprime al otro
el objeto es un mal sujeto
se esconde tras sí mismo
y la vista cambia como la luz
hay una oscilación
un chorro de puntos
luego el aclaramiento
entonces los colores surgen en un temblor
que es la vida de las formas
ahora
todo viene a los ojos
un aliento


la simplicidad misma
y la firma Bryen

un golpe de ala





Bernard Noël, extracto de «Regard vers Bryen» en Les Yeux dans la couleur (2004)
Traducción de Víctor Bermúdez
Original aquí.

«El afuera mental»

Laura Zalenga

El afuera mental
Abakanowicz, Nevelson, Vieira da Silva:
tres obras cuyo nombre se ha hecho activo
y ahora más que designar califica.
El género entonces no es más que una anécdota.
Agreguemos pues la palabra: visual.
Y vayamos a los ojos.
En la mirada está la semejanza.
¿Qué es una mirada?
Un espacio en que la nitidez es tan reveladora que
         toda forma aparece como en sí misma.
Pero nada es en sí mismo, pues la mirada está también en
         los ojos, y los ojos en la cabeza.
El espacio de la mirada es lo visible, y lo visible es nuestra
         lectura del mundo, pues nuestros ojos lo cruzan siempre
          con lo mental.
Vemos menos el mundo que el sentido.
Lo visible es la casa del sentido.
Su espacio es un pensamiento pendiente.
Un afuera que va a pensarse dentro.
¿Adentro no es el otro lado del espacio, ese donde lo
         visible se invierte en su imagen y se hace visión?
¿Lo que hay detrás de los ojos no está unido a eso
         que hay delante de la similitud?
La semejanza es la articulación del afuera visible y
         del adentro invisible.
Hace el mundo parecido al pensamiento del mundo.
Detona el proceso que metamorfosea la realidad
         en material del otro espacio:
el espacio de la mentalidad.




Bernard Noël, extracto de «El afuera mental» en Les Yeux dans la couleur (2004)
Traducción de Víctor Bermúdez
Original aquí.

[Toda verdad tiende a su olvido]

Arha Feels
Lo que no puede decir la palabra «olvido» es el olvido, 
y es por eso que no puedo pensar el olvido, 
sino solamente palpar su acercamiento.
 
junto ahora
está el olvido
el olvido conoce esa vecindad
que ahora olvida
entre el olvido y el olvidado
no hay nada
pero el olvidado
hace de esa nada
su allí
 
__
 
Toda verdad tiende a su olvido.    
El olvido, solo, no cambia; mientras más aumenta 
más permanece idéntico a sí mismo, 
pues no aumenta más que en la conciencia que tenemos de él.
 
___
 
 
La historia es la substancia de mi cuerpo: 
ella se olvida en él para poder cargar su presente.
 

 
El olvido es mi olvido,
y percibo el aire de su futuro
entre las letras de mi nombre.
Mi cuerpo es la invención del fuego, de la palabra, de la escritura. No hay necesidad de recordarse: todo eso es el suspiro mismo de lo que hace de sí a un cuerpo. En ese soplo, el tiempo coincide consigo mismo, de tal modo que ahí no hay futuro, ni pasado, ni olvido. Ahora es siempre.
Cuando el hombre vivía en el tiempo y no en la historia, el pasado no era más que un desván. Cada día, entonces, era un nuevo día, y hacía falta que el hombre recordara el futuro. La historia de los azares, nunca el tiempo.

A la luz de la tarde: las cosas dan sol al sol ausente – así el olvido…
 
 
 
Bernard Noël, extracto de Le livre de l’oubli (2012).
Traducción de Víctor Bermúdez.
Original aquí.
 

[El olvido es parte de lo vivo]

Arha Feels
El olvido es parte de lo vivo, 
pero no lo vivimos, y justamente en eso 
está el olvido.

sí, los ojos se cerrarán
y en su lugar
dos agujeros en la piedra
la visión ya no tendrá nombre
pero siempre estará allí
tan joven como el antiguo sol
y quien vea vivirá


Entre el olvidador y el olvidado, 
el olvido circula como el deseo en el amor; 
pero el deseo es el instante y el olvido el tiempo.


Bernard Noël, extracto de Le livre de l’oubli (2012).
Traducción de Víctor Bermúdez.
Original aquí.

El vía crucis del amor: Estación 4

Estación 4
ella descarta el después del antes
contiene cerrados dos lados del tiempo
y reposa los labios de la herida
hace chorrear el destino en su vientre
una lluvia de destellos blancos
del ataúd extiende un pórtico
un pie en la luz el otro
pisando el pelaje divino enfrenta 
está lista para desarmar
el día con el filo de la cara
sin estado sexual sólo la explosión fija
el músculo y la rabia contra el flujo
de seducir y someter un grito 
carnal metido en el presente



Extracto de «El vía crucis del amor», de Bernard Noël en Les Yeux dans la couleur
Traducción de Víctor Bermúdez
Original aquí.

Los Estados del aire

Los Estados del aire
Filippo Minelli

 

no tenemos más que la vista
las paredes de viento
ese vacío es la tierra
aquí la hondura invierte
la mirada sobre sí
nos hace saltar en nuestros ojos
siempre el va-y-ven
lo visto y lo no-visto
el injerto del ahí-no
en eso que allí existe


tantos caminos           
abriéndose en nosotros
pasando en nosotros
y por el ojo
se envuelve sobre el marco de aire
cada cosa se sostiene en lo que es
más al centro
pero central
todo el cuerpo ve
y la hoja está tras la vista
como la espalda detrás de sí
un camino de aire
rehúye, evade, despista, aleja,
sembrado de guijarros de tinta
y la puerta adentro
la puerta que se va
espejo eres
nuestra cabeza más allá
Filippo Minelli
volvemos a casa
por la pupila
esta pequeña luna negra
en el cielo de papel
una parte del aire
página por edificios
cuando el pensamiento despega
vaho de huellas
vaho entre el que
cada uno regresa hacia el todo
las escamas límpidas
el abajo plantado de huesos
después lo obscuro
por todo umbral
y el mismo partir
el estremecimiento basta
nada detiene lo abierto
salvo su propia superficie
cada límite llama
la mirada se anticipa
la cabeza es ese allí
donde la alcanza
entonces en el ojo ido
el cuerpo se ve venir
donde lo mental se airea
pero aquí el Otro en Ti y en Él
el encuentro confrontado
el desdoblamiento del mundo
un filtro de aire
el in – finito
y ese muro de nada
donde la lengua se enreda

luego se ahoga en los ojos

 
«Les États de l’air» de Bernard Noël, en Les Yeux dans la couleur (2004)
Traducción de Víctor Bermúdez.
Original aquí.

La luz del negro

La luz del negro
Lo que se mantendrá oculto
está delante de nosotros
¿qué es una cara?
la cubierta de un secreto
la vida puede morir
pero no descubrirse
toda forma dice NO
a la lengua y a los ojos
toda forma es la prisión
en que la apariencia retiene la aparición
el muro en ocasiones tiene una sonrisa
que pone el corazón en la mirada
suponemos un instante que todo está ahí
detrás de la piel de piedra
tenemos un pensamiento para lo invisible
y como un rincón
lo clavamos al presente


Bernard Noël, Les yeux dans la couleur 
Traducción de Víctor Bermúdez 
Original aquí